En medio de un centenar de rostros de desaparecidos, se encuentra la foto del esposo de Luz Helena Galeano, ella dice que son muchos años cargando una imagen ajada y recuerda que la última vez que habló con él, le dijo que llegaría a casa en 20 minutos, desde entonces, han pasado casi siete años.
“A mi esposo, Luis Javier Laverde Salazar, lo desaparecen el 9 de diciembre de 2008. Él viajaba en el colectivo de Belencito y lo bajan precisamente de ese colectivo en San Juan con la 80 y lo montan a un carro gris, se sabe porque rumores después de dos y tres meses se sienten los rumores entre la comunidad”.
Recuerda cómo eran los días cuando nadie se atrevería a salir a las calles en la Comuna 13 de Medellín: “El enfrentamiento de las balaceras de un lado al otro, los del frente le tiraba acá a los del otro frente, entonces tenían muchos que esconderse debajo de las camas, otros parar las colchonetas en las ventanas o irse a los patios”.
Adriana Arboleda Betancur, coordinadora del Programa de Víctimas de la Corporación Jurídica Libertad, se refirió a la problemática de la Comuna 13 como “el control de territorios con normas como prodición de transitar libremente por los territorios, la prohibición a los jóvenes de usar ciertas prendas de vestir”.
Ya son trece años de lucha de los familiares de los desaparecidos para que el sector de La Arenera sea clausurado y se desentierre la verdad. Incluso, a través de un auto, el Tribunal Superior Del Distrito de Justicia y Paz de Medellín, en cabeza del magistrado Rubén Darío Pinilla Cogollo se pronunció: “llamó la atención a la administración para que cumpliera obligaciones que impone DIH y organismos internacionales en materia de desaparición forzada, e hiciera esfuerzos para detener que se botara escombros y recuperación de desaparecidos”.
Y es que el propio alias Don Berna, jefe bloque Cacique Nutibara, de las autodefensas unidas de Colombia, AUC, ha reconocido que se dieron órdenes de enterrar cuerpos en el sector de La Escombrera.
En lo que coinciden familiares de víctimas, organizaciones y autoridades, es que este trabajo podría resultar tan dispendioso como buscar una aguja en un pajar, y es que diariamente llegaron a depositarse hasta ocho mil toneladas de escombros, lo que en altura equivale a un edificio de 25 pisos.
Carlos Fidel Villamil, jefe de la Unidad De Justicia Y Paz de la Fiscalía, afirma que “si bien es cierto hay un reporte que podría llegar a ser una de las fosas, por lo menos que se tenga referencia, como más grande, también es importante decir que es una de las actividades más grandes que se puedan datar en la historia de las exhumaciones”.
Incluso, en el año 2010, una comisión internacional integrada por expertos de Argentina, Chile y Guatemala le hizo recomendaciones al estado colombiano para que no se ocultara la verdad sobre los desaparecidos de la Comuna 13.
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