Vea cómo quedó la montaña rusa que le construyeron a este abuelo de 83 años en el jardín de su casa

Tener una montaña rusa en casa no es algo que se consiga en cualquier supermercado y se arme de un día para el otro en el jardín trasero. Se necesita de un inventor y soñador como Elliot Ryan, un estudiante de 20 años al que la pandemia por el coronavirus Covid-19 lo sorprendió en casa de sus abuelos.

Convencido de que podía hacer del confinamiento una oportunidad, Ryan se dedicó a diseñar y construir una montaña rusa, su sueño de infancia. La idea emocionó tanto a su abuelo Fred, de 83 años, que terminó siendo el primero en probarla.

Elliot Ryan y su hermano menor se pusieron manos a la obra en abril pasado. Cada avance era seguido de cerca por su abuelo que ayudaba con entusiasmo en las tareas que se le asignaban.

Seis meses después, la montaña rusa en el patio trasero de los abuelos de Elliot era una realidad. Y, por supuesto Fred, el niño de la casa con 83 años de edad fue el primer pasajero. Cómo no, si era el regalo por el que había estado esperando desde abril.

Fred se subió al carrito y, con un pequeño empujón, disfrutó como pocos de un viaje corto pero fantástico en su propia montaña rusa.

La sonrisa en su rostro no tenía precio. Elliot Ryan había logrado que su abuelo Fred fuera el hombre más feliz del mundo en su propio parque de diversiones.

El proyecto de la montaña rusa ha sido tan exitoso, que Elliot y Fred ya planean cómo extender la atracción para el próximo verano.

La periodista estadounidense Sam Read publicó en su cuenta en Twitter el momento en el que el abuelo Fred se lanza a la aventura de disfrutar su propia montaña rusa, la que dice con orgullo que su nieto diseñó, construyó y le regaló, en medio de la cuarentena.