Blanca Ida Savedra, una tierna bisabuela uruguaya, ha terminado sus estudios primarios a los 93 años. Es que cuando era una niña, por problemas económicos, debió dejar la escuela.
Junto a sus padres y sus ocho hermanos, desde temprana edad tuvo que dedicarse al cultivo del maíz para subsistir y tener pan en la mesa.
En una entrevista con el diario El País de Uruguay, la bisabuela relató que caminaba tres kilómetros hasta el colegio y, como solo tenía un par de zapatos, se los quitaba para hacer el recorrido a pie. Al llegar se lavaba los pies en una tina, volvía a ponerse su calzado y entraba a la clase.
Su deseo siempre fue terminar la escuela primaria y avanzar en sus estudios, por ello incentivó a sus cuatro hijos a leer e ir a clases.
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Junto a su bisnieta, quien es educadora, la adorable bisabuela asiste ahora a la escuela tres veces a la semana y, aunque no ve muy bien, esto para ella no es impedimento pues quiere seguir estudiando.
De acuerdo con las estadísticas citadas por El País, en Uruguay 1,2% de la población no sabe leer ni escribir. Un dato de la Encuesta Continua de Hogares revela que 8,7% de los mayores de 25 años no cuentan con educación formal.
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