Estos tres mosqueteros sorprendieron a encapuchados que, con martillo y pistola en mano, pretendían coronar un robo.
Cámaras de seguridad captaron el momento en el que cuatro individuos se bajaron de una camioneta, decididos a romper los vidrios de una joyería, para entrar a robar.
El primero de los encapuchados, armado con un martillo, rompió la vitrina y, cuando ingresaba por el orificio, lo recibió un trabajador, blandiendo una espada.
A este empleado se le sumaron otros dos espadachines que bloquearon el ingreso de los delincuentes, amenazándolos con sus instrumentos filosos.
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“Uno para todos y todos para uno”. La unión hizo la fuerza, o diríamos, ¿las espadas?
Lo cierto es que los ladrones tuvieron que desistir y partir sin el botín.
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Esta escena, como de película, tuvo lugar en la localidad canadiense de Mississauga, en Ontario.
Mientras en las redes sociales aplauden a estos valientes mosqueteros, el departamento de policía de Mississauga los ha reprendido por el uso de la fuerza. Y es que, dijeron los agentes, alguien pudo salir lastimado.
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