¿Qué tanto saben los niños sobre la Navidad? ¿Será que para ellos lo único que vale son los regalos materiales? ¿Qué tanto tienen que ver los padres con lo que sus hijos piden al Niño Dios, a Papá Noel o a los Reyes Magos?
Para responder a estas preguntas, una firma comercial hizo un experimento social y los resultados fueron sorprendentes.
Invitó a niños de entre 4 y 9 años a que les escribieran una carta a los Reyes Magos con la lista de regalos que quieren disfrutar en el 2015. Los pequeños no necesitaron pensar mucho. Como en una carrera atlética, dejaron consignado a toda prisa cada cosa que se les ocurrió.
El experimento no terminó ahí. Les pidieron, entonces, que escribieran otra carta, esta vez, a sus padres. El silencio se apoderó de la sala.
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Al final, introdujeron las cartas en sobres que luego fueron enviados a los padres de estos niños.
Lo que había tras la carta de Navidad hizo llorar a sus destinatarios.
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-“Quiero que estés más tiempo conmigo”.
-“Que hagamos más experimentos en casa”.
-“Que nos hagan un poco más de caso”.
-“Que cenemos más juntos”.
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-“Quiero que me hagan cosquillas”.
-“Que me lean un cuento”.
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-“Quiero que estemos un día completo juntos”.
-“Quiero que juegues conmigo a los vaqueros”.
-“Quiero jugar más al fútbol contigo”.
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El cierre del experimento es aún más conmovedor. Se les preguntó a los niños que si pudieran enviar una sola de estas cartas, cuál sería. Y la respuesta fue contundente: “la carta a mis papás”.
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