Cuántas cosas se expresan con tan solo un abrazo. Y estos dos perros, asustados y vulnerables, convirtieron ese gesto en una forma de protegerse de la dureza de la calle, donde terminaron abandonados y maltratados.
Monjes budistas rescataron a estos cachorros que viven ahora en un templo en China.
Pese a estar seguros, siguen abrazándose, demostrando así su vínculo inquebrantable.
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Las fotos, compartidas a través de Weibo, la plataforma social china, han cautivado a millones de usuarios que celebran esta amistad que nació de la adversidad.