La dueña del carro solo se dio cuenta de la metida de pata cuando ya era demasiado tarde y no podía dar reversa.
Un golpe seco alertó a los que se encontraban frente a la entrada principal del hotel en Vancouver, Canadá, que al ver la escena encendieron las cámaras de sus celulares y comenzaron a grabar.
Un automóvil gris permanecía suspendido en medio de las escaleras peatonales. La conductora intentó ocultarse de los curiosos, pero la vergüenza le duró poco.
La mujer se bajó del vehículo y sólo hasta entonces se dio cuenta del error que cometió: confundió la salida vehicular con la peatonal.
Ante la imposibilidad de devolverse, la conductora se embarcó de nuevo y bajó la totalidad de las escaleras, eso sí, con el peor castigo para su vehículo.
Una vez en la acera, puso la direccional y se fue como si nada.
¡Salida monumental!