La llamada de un niño de 4 años a las autoridades terminó en algo así como una cita de juegos. El pequeño aprovechó un descuido de sus padres y marcó la línea de emergencia solo para decirles a los policías que quería mostrarles algunos de sus juguetes.
El hecho se dio en Nueva Zelanda, donde el tierno niño marcó el número de emergencia y tuvo una conversación con la operadora. La charla fue publicada por las mismas autoridades.
Esta llamada de un niño a las autoridades también evidenció a un padre apenado. Tras unos segundos de conversación entre su hijo y la operadora, tomó el teléfono para indicar que todo estaba bien y no había emergencia alguna.
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Pero más allá de tomarlo como una simple broma o equivocación, los policías decidieron hacer realidad el deseo del menor. La mujer que atendía la línea preguntó por radioteléfono si había algún oficial disponible con tan buena suerte que uno accedió y fue a la vivienda a ver esos maravillosos juguetes.
"Si bien no alentamos a los niños a que llamen al 111 para mostrarnos sus juguetes, esto fue demasiado tierno para no compartirlo", señalaban los agentes.
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Los comentarios tras la historia de la llamada de un niño que quería jugar fueron positivos, muchos aplaudieron esta obra que hizo feliz al pequeño.