Con el objetivo de hacer productos nuevos e innovadores, los restaurantes se sumergen en una búsqueda constante de nuevas presentaciones, sabores y texturas en sus comidas para atraer a más clientes y brindarles una experiencia diferente. Esta, quizás, fue la idea de un local en Israel que decidió servir un postre de chocolate en un inodoro.
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El lanzamiento de dicho postre se dio a conocer a través de un video publicado en redes sociales, donde se ve a un grupo de jóvenes disfrutando del plato entre risas, a pesar de la grotesca presentación. En la grabación se observa al mesero llevando el helado de chocolate, servido en un inodoro a gran escala, hacia los comensales que lo esperan con gran expectativa.
Cuando el mesero pone el plato en la mesa se logran apreciar los detalles del plato, que se encuentra esparcido por toda la estructura de porcelana de manera intencional. Sin importar su apariencia, de manera apresurada los comensales sumergen sus cucharas en el helado y comienzan a disfrutarlo ávidamente.
El postre es conocido como Harbon Third House y es servido en un restaurante que se llama Gordos, ubicado en la ciudad de Holon, al sur de Tel Aviv. Luego de que se difundió el video y se hizo viral, el local comenzó a ser fuertemente criticado por los internautas debido al aspecto desagradable de la presentación.
Adicionalmente, hubo quienes aseguraron que se trata de una falta de respeto para las personas que profesan la religión judía, ya que el nombre haría alusión al concepto de Tercer Templo, venerado en esta tradición. "Impactante. Qué falta de respeto hacia el lado religioso que representa más del 50 por ciento de la población del país. El que no se dio cuenta del plato, se llama una tercera casa ...erda. Es impactante y triste para mí que alguien pensara que estaba bien lanzar esa porción", dijo indignado uno de los usuarios.
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"El hipotético Tercer Templo es un tema de profundo significado religioso para muchos, lo que hace que el nombre del postre sea un punto de controversia", escribió el medio paquistaní Samaa. "Los críticos argumentan que el uso de ese nombre para un postre puede interpretarse como una falta de respeto a las creencias religiosas de una parte importante de la población del país", agregó.