Lo han visto vagar por las calles de Varna, una pequeña localidad turística del Mar Negro, en Bulgaria. Según los residentes, cada día está más verde. Nadie, sin embargo, conoce a su dueño.
Fotografías del gato verde de Varna empezaron a circular en las redes sociales. Todo un debate se formó a raíz de su extraña pigmentación.
Algunos creyeron que se trataba de un truco logrado con PhotoShop, un programa de edición de imágenes; otros, que vándalos pintaron así al gato.
La agencia de fotografías Rex se dio entonces a la tarea de ubicarlo. Publicó un video en el que, efectivamente, se ve que el gato es verde. Descartado el montaje, volvió la pregunta: ¿lo pintaron? Al parecer, no.
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Las indagaciones continuaron. Se recogieron testimonios de vecinos que han visto al gato desde hace algunos meses y el misterio ha empezado a develarse.
Se dice que el animal duerme en un garaje abandonado que, en el pasado, sirvió de depósito de pinturas sintéticas.
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Es probable que en el piso queden rastros de la pintura verde que ahora hace parte del pelaje del animal.