Hernando Toro estuvo 10 años en la cárcel Modelo de Barcelona, una de las prisiones más temibles de Europa, pagando una condena por narcotráfico, hizo de su celda un estudio de fotografía y los retratos a sus compañeros de presidio lo transformaron en un artista reconocido, Los Informantes vio el álbum del hombre que desnudó el alma de criminales y el único extranjero incluido en el libro de los 150 años de la fotografía española.
“Las cárceles no sirven para nada, uno es el que se redime eso, al contrario, la gente en las cárceles se pudre más porque de qué vas a hablar con el compañero de celda sino de cómo hizo el atraco o como hizo el secuestro, cómo hizo el robo, es uno el que se reinserta, a uno no lo reinserta nadie”. Asesinos, ladrones, estafadores y algunos inocentes fueron los modelos de Hernando Toro Botero en la que fue considerada la cárcel más peligrosa de Europa en ese momento, la Modelo de Barcelona, donde estuvo preso por narcotráfico.
“Yo me metí en el narcotráfico como muchos muchachos de la época por tener un Mercedes parecido al de a mi amigo, pero no éramos conscientes del manejo de armas y de violencia que eso conducía, cuando ya nos vemos metidos en ese tema fue cuando ya era tarde, entonces yo fui a la cárcel y gracias al narcotráfico, pues yo creo que soy fotógrafo hoy”. Suena paradójico, pero Toro se convirtió en fotógrafo profesional, en un artista reconocido internacionalmente gracias a los 11 años que pasó allí.
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“A un mal paso le saqué algo positivo. Yo creo que eso es lo que se debe hacer, yo creo de los malos pasos y de los tropiezos, levantarse uno y echar para adelante”. La vida de Toro es vertiginosa, nació en Supía, Caldas, en la adolescencia se fue a Medellín a estudiar, pero lo echaron de todos los colegios, a los 20 llegó a Bogotá y trabajó en galerías de arte donde conoció artistas como David Manzur y Rafael Obregón, a los 30 montó un negocio de confección de ropa y se quebró: se casó con una azafata y decidió irse a Europa a probar suerte en 1976.
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“Allá hice algún cursillo de fotografía, pero me gustaba mucho la droga. Entonces mis hermanos me mandaban para mi consumo y claro, yo estaba tan ocupado trabajando que ya no tenía la rumba de Colombia que aquí se rumbeaba en aquella época impresionante entonces, ¿qué pasó? que se me acumuló y algún día me fui a una discoteca y yo vi que funcionaba el puente, total empecé a invitar”. Hernando Toro es franco, no se calla nada, así resume su entrada al mundo oscuro de la venta ilegal de cocaína en el ambiente de fiesta en España, años después cuando fue capturado lo señalaron como el colombiano pionero del narcotráfico en ese país.
“Tuve de la mala suerte de ser juzgado por la Audiencia Nacional y Audiencia Nacional fue un juzgado, lo pusieron para para delitos de ETA, de terrorismo y narcotráfico y cámaras que mi expediente era el 00001 y entonces me juzgaron por narcotráfico, yo de pionero nada porque yo creo que ya el cordobés y ya todo el mundo ya estábamos metiendo perico en todas las fiestas en la época, el perico no era tan malo, era una cosa social, la joda es cuando se volvió un negocio, se ganó mucho dinero y todo eso, pero te meten en la cárcel y los abogados son los que se quedan con ese dinero".
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Y así fue, en 1992 lo metieron a la prisión de varones de Barcelona, mejor conocida como la Modelo y entonces su vida de un giro de 180 grados.