Fue John Cleghorn, director de Panamá Reptiles, quien denunció el reprochable hecho en sus redes sociales.
“Los subnormales del video (que por el acento puedo suponer que son de Herrera), alimentando un cocodrilo silvestre con UN PERRO. Realmente no puedo entender qué pasa por la cabeza de los ‘graciosos’”, posteó.
“De paso se hubiera resbalado alguno y el video hubiera quedado 10/10”, agregó.
El experto sostuvo que “este tipo de estupideces es grande, sin mencionar lo que implica que un bicho silvestre asocie al humano como una fuente de alimento. En el caso de los cocodrilos aprenden muy rápido y cuando vea una persona, se va a acercar por curiosidad y en busca de que le tiren alimento”.
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La Fiscalía de Adolescentes en Herrera inició una investigación para dar con los jóvenes que participaron en el hecho y que se habría producido en el distrito de Parita.
Las imágenes generaron el rechazo no solo de los ciudadanos de Panamá, sino en otros países donde le rindieron homenajes al animalito sacrificado.
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