Los medios de comunicación informan de que se trata de uno de los accidentes de tráfico más graves de la historia de Italia y destacan que se produjo en un tramo de la autopista que une las ciudades de Bari y Nápoles en el que ya en los últimos años se han producido cerca 20 siniestros con víctimas mortales.
De los 38 fallecidos de los 48 pasajeros que viajaban en el autocar, 36 murieron en el acto y dos lo hicieron en el hospital, donde hay ingresadas otras diez personas en estado grave.
En la colisión múltiple que causó el bus antes de despeñarse se produjeron otros nueve heridos, la mayoría con contusiones y fracturas en las piernas.
Se han abierto ya varias investigaciones para esclarecer las causas que llevaron al vehículo a impactar primero con los vehículos que tenía delante para después chocar contra la barrera de protección y caer desde una altura de 30 metros.
Publicidad
Las primeras hipótesis hablan de un fallo en el sistema de frenos o, incluso, del reventón de uno de los neumáticos, pero todas éstas tendrán que ser verificadas por los supervivientes o los peritos, ya que el conductor del autobús murió en el accidente.
Los equipos de rescate y algunos testigos que llegaron pasadas las 9:00 p.m. a la zona definieron "un infierno" este tramo de la autopista.
Publicidad
Por una parte estaba la situación en la carretera, donde al menos decena de carros estaban implicados en una colisión múltiple, algunos de ellos totalmente destrozados y calcinados.
Los equipos de rescate se trasladaron a la carretera adyacente y descubrieron la dificultad que tendrían para acceder al autocar, donde, aseguran, oían los gritos y llantos de los supervivientes, entre ellos algunos niños.
El jefe del equipo de los bomberos que acudió a la zona, Pellegrino Landolo, explicó las dificultades del rescate de los supervivientes y de los cuerpos, ya que el autocar cayó en una zona de matorrales, pero sobre todo era necesaria la rapidez ya que sobre el vehículo colgaba un gran trozo de cemento que se había desprendido del viaducto.
Las víctimas eran todos amigos residentes en las localidades de Giuliano de Campania, Mugnano de Nápoles y Marano (sur de Italia), que solían organizar excursiones todos juntos.
Publicidad
Este domingo volvían de un fin de semana en el balneario de Telese Terme (Benevento) y que había concluido con una visita en Pietrelcina, la localidad natal de Padre Pío, uno de los santos más venerados en Italia.
Los cuerpos fueron trasladados durante la noche al gimnasio de la escuela "Don Bosco" de la localidad de Monteforte Irpino, convertido en tanatorio, para proceder a la identificación de las víctimas, y donde poco a poco llegaron los familiares.
Publicidad
Además del drama de los muertos, el director del hospital pediátrico Santobono, Carlo Maranelli, explicó cómo los cinco niños ingresados tras el accidente están sin sus padres ya que no han encontrado a ninguno de ellos.
Maranelli esperó que al menos algunos estén entre los otros cinco heridos que han sido hospitalizados en varios centros de las ciudades de Nápoles, Salerno y Avellino.
Las condiciones de los niños son muy graves, según explicó Manarelli, y citó el caso de una niña de alrededor de tres años que ha tenido que ser operada por una fractura craneal y tendrá que someterse a una nueva operación en las próximas horas y cómo en reanimación hay otro niño, también de más o menos tres años, en estado crítico.
El presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, afirmó en un mensaje de pésame que "se trata de una inaceptable desgracia" y llamó la atención para que "instituciones y ciudadanos tengan mayor atención a la seguridad vial" y realicen "todas las iniciativas útiles para reducir los factores de riesgo".
Publicidad
Roma (Italia)