Un testigo vio cómo el hombre se bajó del auto y subió a la pequeña de 9 años al auto. Días después confesó el crimen.
Desde el 25 de noviembre la niña de apellido Tao estuvo desaparecida y sus padres así lo reportaron a las autoridades en una aldea de Hubei, en China,
Días después el cuerpo de la menor, de 9 años, fue hallado en un árbol, cerca de su vivienda, en Shaling.
Las indagaciones empezaron y apareció un testigo, quien narró cómo el hombre subió a la menor a su auto blanco. El hombre alcanzó a tomar las placas, lo cual ayudó a disminuir el tiempo de búsqueda.
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Dos días después de la desaparición, cayó un sospechoso de apellido He, quien confesó. Los informes señalan que cometió el asesinato después de arrollar a su víctima para no afrontar facturas médicas de alto valor.
La legislación en China obliga a conductores involucrados en estos accidentes a asumir los gastos que puedan tener sus víctimas, informa el South China Morning Post.
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