Bombardeo israelí en el sur del Líbano deja al menos 12 personas muertas y 66 heridas

Un bombardeo llevado a cabo por Israel en el sur del Líbano dejó un saldo de al menos 12 personas muertas y 66 heridas, según informaron las fuerzas israelíes. La operación fue una respuesta a un ataque reciente desde el Líbano y se centró en la región de Beirut, donde se desató el caos.

Durante el ataque, Israel afirmó haber dado de baja a Ibrahim Akil, un comandante de Hezbolá, junto con varios altos mandos del grupo. "Los comandantes que eliminamos hoy habían estado liderando ataques contra los ciudadanos de Israel desde el ocho de octubre y planeaban llevar a cabo más en esta etapa", confirmó Daniel Hagari, portavoz del ejército israelí.

Era buscado por Estados Unidos

Ibrahim Akil era un objetivo importante, buscado por Estados Unidos, que ofrecía una recompensa de siete millones de dólares por información sobre él. Se le atribuía un papel clave en el atentado contra la embajada estadounidense en Beirut en 1983, que dejó 63 muertos.

Las víctimas del bombardeo fueron trasladadas de urgencia a hospitales, que en estos momentos están colapsados por la ola de ataques. A pesar de la gravedad del incidente, Israel aseguró que no busca una escalada amplia en el conflicto.

El enfrentamiento entre Israel y Hezbolá se ha intensificado en el contexto de la guerra en Gaza, con más de 9.600 incidentes registrados desde el siete de octubre del año pasado. Hezbolá, que tiene un papel significativo en la política libanesa y opera con el respaldo de Irán, cuenta con un arsenal considerable y un ejército bien entrenado, lo que aumenta la preocupación sobre un posible conflicto más amplio en la región.

La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro de la región, especialmente ante la posibilidad de que actores como Irán se vean involucrados en un conflicto a gran escala. La decisión del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, sobre si mantener una guerra limitada o escalar el conflicto será crucial, ya que las consecuencias podrían ser catastróficas no solo para el Líbano, sino para el mundo entero.