Las imágenes de antes y después de los ataques difundidas por ambas organizaciones revelan que al menos 3.700 estructuras, en su mayoría viviendas y pequeños comercios, fueron destruidas durante los ataques del grupo islamista de los últimos diez días.
"Estas imágenes (tomadas de Digital Globe) muestran la devastación de proporciones catastróficas en ambas aldeas, una de las cuales (Doro Gowon) prácticamente ha sido barrida del mapa", denunciaba el investigador de AI para Nigeria, Daniel Eyre.
Aunque todavía es pronto para ofrecer un recuento final de víctimas, Amnistía Internacional teme que se trate del ataque más letal y destructivo de Boko Haram, cuyo objetivo era la población civil, ya que no había presencia de las fuerzas de seguridad.
Por su parte, Human Rights Watch estima que, en el caso de Doro Gowon, los ataques de estos días han destruido casi el 60% de una aldeas que hasta hace poco albergaba una base militar conjunta de varios países para luchar contra el crimen transnacional y, más recientemente, contra Boko Haram.
Sin embargo, la inestabilidad de la zona y los crecientes ataques del grupo islamista provocaron la retirada de todos los contingentes extranjeros, por lo que Boko Haram no encontró apenas resistencia cuando asaltó la población el pasado 3 de enero.
HRW también calcula que más de un 10% de Baga ha sido reducida a cenizas, un porcentaje elevado pero que podría servir para desmentir las informaciones que aseguraban que unas 2.000 personas habrían muerto tras los ataques.
No es la primera vez que Baga sufre un ataque de grandes proporciones, pues en abril de 2013 el Ejército nigeriano la arrasó después de que un grupo de milicianos de Boko Haram matara a un soldado en un atentado presuntamente lanzado desde la ciudad.