El 11 de septiembre de 1973 el golpe de Estado a Chile terminó en la perdida de 3.227 vidas y la desaparición de cerca de 1.200 personas, de cuyo paradero aún no se tiene respuesta. El país, tras medio siglo del hecho, conmemora a sus caídos.
- Le recomendamos: Seis militares de dictadura de Augusto Pinochet fueron condenados por crimen de diplomático español
Más de 40.000 personas fueron víctimas de alguna clase de detención, tortura, ejecución, desaparición o privación de la libertad, derivados del golpe militar del con el cual el general Augusto Pinochet tomó el poder.
Una mañana de violentos ataques al Palacio de la Moneda terminó con el presidente Salvador Allende muerto y profundas heridas dentro de la historia del pueblo chileno.
Allende, un mandatario de la Unidad Popular, intentaba establecer en el país el socialismo por la vía democrática.
A diferencia de la revolución cubana, él llegó al poder bajo elección popular en medio de lo más crudo de la guerra fría. El experimento fue visto con recelo por el mundo capitalista.
Publicidad
Aunque llevaba 3 años en el mandato, su gobierno debía avanzar hasta 1976, sin embargo, cambios como la reforma agraria, las expropiaciones y la nacionalización del cobre desataron resistencia, huelgas y sabotaje.
Ese 11 de septiembre, el rumbo de su vida, del país y de América Latina cambió radicalmente, cuando atrincherado en La Moneda su proyecto bandera llegó a su fin.
Publicidad
Antes de quitarse la vida, el presidente se dirigió a su pueblo por medio de la radio para dar lo que sería el último adiós.
"Yo no voy a renunciar... colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo", expresó Allende.
Ante la muerte del presidente, un nuevo poder se impuso con quien hasta ese momento había sido el jefe interino de las Fuerzas Armadas, Augusto Pinochet.
Una junta de 4 militares asumió el mandato, disolviendo el Congreso, ilegalizando los partidos, controlando las universidades e incinerando los registros electorales.
Publicidad
Pero derrocar al Gobierno no fue suficiente y se desató una violencia de represión contra cualquier tipo de militancia de izquierda.
Tras 17 años de gobernar, Pinochet perdió el referéndum que él mismo había convocado, pero se mantuvo como jefe de las fuerzas armadas.
Publicidad
Antes de retirarse, juró como senador vitalicio, obteniendo inmunidad judicial.
Medio siglo después, dos vertientes se muestran con fuerza, entre los que mantienen fuerte la influencia del dictador y los que conmemoran la memoria de los caídos y desaparecidos.
Encuestas demuestran que el 56,5% de los chilenos está poco interesado en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado.
Así mismo, el 70,1% considera que esta divide a la sociedad, sin embargo, el 43,5% no considera justificado el golpe de Estado, una cifra similar a los que consideran que este fue negativo para el país.