Cinco personas murieron en un enfrentamiento armado entre la policía y presuntos miembros de una banda investigada por homicidio en el centro de capital venezolana.
El tiroteo empezó cuando una brigada de investigación de la policía judicial ingresó en horas de la mañana en el estacionamiento de un edificio, a pocas cuadras de la Asamblea Nacional, "con el objeto de practicar la detención de estos maleantes... (que) tienen en su haber múltiples homicidios", dijo a la prensa José Sierralta, director del cuerpo nacional de detectives CICPC.
Los agentes "fueron sorpresivamente recibidos con disparos" y los agentes respondieron... lo que originó un fuerte intercambio de disparos que concluyó con un saldo de cinco individuos abatidos, integrantes de la banda de (José) Odreman, indicó Sierralta.
"Este individuo que lideraba la banda es un ex policía metropolitano" de Caracas, agregó. En el edificio Manfredir --en el que viven decenas de familias y es sede de algunas organizaciones progubernamentales, se incautaron seis armas de fuego, municiones y dos vehículos, uno de ellos relacionado con uno de los casos investigados, se informó.
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El funcionario negó que los delincuentes fuesen miembros de los grupos progubernamentales. Al menos ocho personas fueron detenidas. El Ministerio Público anunció en un comunicado la designación de dos fiscales para investigar la muerte de cinco personas, en apoyo a la Unidad Criminalística contra la Vulneración de Derechos Fundamentales de la institución.
Según la Fiscalía General, ocurrió un enfrentamiento entre el cuerpo de detectives y "un grupo de civiles en el edificio Manfredir, que dejó dos fallecidos. "Posteriormente... varias personas sometieron a tres funcionarios de la policía... y los llevaron al interior del inmueble", ante lo cual otros efectivos policiales se acercaron para liberarlos, cuando ocurrió entonces otro enfrentamiento que dejó tres muertos más, agregó el comunicado de la Fiscalía.
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En la última década Venezuela se ha convertido uno de los países más violentos de la región, con una tasa de homicidios que, según cifras oficiales, está en 39 por cada 100.000 habitantes, pero que según la ONU es de 53,7 por cada 100.000 habitantes, lo que lo hace el segundo país más peligroso del mundo, sin contar los que están en guerra.