Su objetivo es no usar más tarjetas de identificación para ingresar a las instalaciones. Los dispositivos serán colocados en la mano.
Esta medida, que ya está en uso en algunas fábricas en Europa, será implementada por la empresa Three Square Market, experta en tecnología en Wisconsin.
El lector es tan pequeño como un grano de arroz. La información contenida en el chip le permita a su portador acceder a diferentes espacios de la empresa, usar equipos como la fotocopiadora, el computador o el dispensador de dulces.
“Tiene un número de serie único, que se asigna a la tarjeta de crédito de la persona”, asegura Todd Westby, director ejecutivo de la compañía.
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Esta iniciativa ha causado controversia por parte de quienes consideran que “para el empleado quizás sea demasiada intromisión a la privacidad”.
Este primero de agosto, la empresa hará una fiesta en la que los voluntarios recibirán el implante. Cincuenta personas ya han confirmado que se sumaran a esta práctica.
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