Bella es una osita huérfana en el Santuario Grizzly Encounter. El codirector del lugar, Casey Anderson, grabó con una GoPro cómo enseña al animal sobre espacios y límites. La entrena para que desarrolle sus instintos.
Ella se mueve como si fuera de peluche (pese a que su corta edad ya es capaz de infligir bastante daño si quisiera).
Los osos grizzlys son poderosos animales y entre los mamíferos ocupan el tercer lugar en tamaño. De adultos son agresivos, territoriales y competitivos.
Pero Bella aún no lo sabe.
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Anderson explica en su página web que los animales del santuario “nacieron en desafortunadas condiciones y nunca podrán ser liberados en el bosque. Han sido rescatados, muy comúnmente, de terribles situaciones en las que los han puesto humanos a lo largo de EE. UU".
Bella, para tristeza de muchos, muy pronto se convertirá en una de las máquinas más eficientes que tiene la naturaleza para matar.
Mientras tanto le gustan las cosquillas en las patas.
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