Así lo anunció la primera ministra, Jacinda Ardern, en respuesta al atentado terrorista en mezquitas de Christchurch, en el que murieron 50 personas.
"Anuncio que Nueva Zelanda prohibirá todas las armas semiautomáticas de estilo militar. También prohibiremos todos los fusiles de asalto", dijo Ardern, quien al mismo tiempo anunció medidas provisionales para evitar una avalancha de compras antes de que las nuevas medidas entren en vigor.
Con hakas por todo el país, neozelandeses despiden a víctimas de masacre en Christchurch