"Estoy abrumado con esto, ni me lo esperaba ni lo quería", afirmó hoy Neria en una entrevista para el periodista Alberto Santacruz de la agencia EFE.
Desde que el diario "Hoy" publicara que el pontífice había recibido en audiencia privada en Roma a este hombre, de 48 años, en el municipio de Plasencia, situado en el este de España, donde reside, no se habla de otra cosa.
El papa recibió el pasado sábado 24 de enero a Diego Neria, después de que éste se pusiera en contacto con el pontífice para pedirle apoyo ante el rechazo y la incomprensión que sufre a causa de su cambio de sexo.
Muchos medios de comunicación se han hecho eco de la noticia, los vecinos hablan del tema y solo quienes conocen "de verdad" a Diego no quieren hablar del pasado de este hombre, que nació mujer y que hace ochos años decidió someterse a una cirugía de reasignación de género.
"Esto no es una noticia amarilla. Esto es algo sagrado, es una noticia preciosa y bonita que no puede ser destrozada", declaró Diego, quien se muestra molesto tanto con la "exagerada" repercusión mediática de su encuentro con el papa como por el hecho de que se haya escarbado en su vida privada.
En la entrevista con EFE, eludió hablar de su pasado como mujer, pues lo importante para él y su pareja es el presente y el futuro.
"No voy a decir que me arrepiento - en alusión al encuentro con Francisco - porque pasaría por lo que hiciera falta con haber vivido lo que yo he vivido en Roma, pero nos está siendo muy duro", agregó.
"Para dos personas que lo que quieren es vivir tranquilamente, todo esto nos tiene fritos", señaló Diego, quien reclama "vivir este momento en la intimidad".
Sencillamente quiere ser feliz: "esto para mí ha sido un regalo después de muchos años de lucha".
Según recoge el diario "Hoy", Diego, tras su reasignación de género, sufrió la incomprensión y el rechazo de parte de su entorno social, incluidas algunas personas católicas.
De ahí que se decidiera a enviar una carta al papa, "un señor que es un cielo, con una calidad humana que se multiplica por millones cuando lo tienes delante".
"No te imaginas - dijo - lo que este hombre transmite, es impresionante".
En su opinión, "si esto ha valido para que la gente se acerque un poquito a la Iglesia, me valdrá, pero a la actual, no a la Iglesia que conocíamos hasta ahora".
Quiere decir a la gente que pueda estar en mi situación "que tenga esperanza y ánimo. Esto es muy duro, pero al final siempre está la recompensa de poder vivir y es lo que yo pretendo hacer ahora, vivir", añadió.
Preguntado sobre qué habló con el papa Francisco, Diego pone un "candado" en su boca: "Absolutamente nada va a salir de mí" ya que "es sagrado" lo que le dijo el sumo pontífice.
Se queja de que algunos periodistas están investigando su vida privada anterior y le duele "que venga aquí gente para hablar con mis vecinos".
Por ello no irá a programas de televisión, pero sí, tal como hizo ayer, a un instituto para dar "las gracias a un aula de chavales de dieciocho años que dedicaron su clase a mi noticia y que me querían ver".
"Había gente con problemas parecidos al mío y fui a darles ánimo y las gracias. Punto, yo me quedo con eso", concluyó.
Updated: enero 29, 2015 11:47 a. m.