En medio de la ofensiva militar del régimen en Apure, el diario The New York Times publicó un reportaje sobre la presencia del ELN en la guajira venezolana.
Hablamos con el autor, Anatoly Kurmanaev, quien sigue de cerca la expansión de la guerrilla colombiana en el vecino país. Este es su análisis sobre lo que está pasando.
“El gobierno venezolano siempre ha negado la presencia en esas zonas y has sido muy difícil constatar esos hechos y es que, a diferencia de Colombia, donde esos grupos atentan y hacen lo posible por mostrarse, tienen una política de medios muy abierta, en Venezuela ha sido al revés: itentan ocultar su presencia y ha sido difícil lograr este reportaje”, dijo.
“Viajamos a La Guajira porque es una zona donde la presencia del ELN es reciente, llegaron a esta zona hace un año. Y la manera en que ellos infiltran zonas venezolanas es diferente de como ellos tradicionalmente se paraban en Colombia. El factor violencia existe, pero allá toman el control de la economía local y el gobierno local de manera mucho más sofisticado que solo bombas y armas. Mostrar ese proceso ha sido nuestra meta”, agregó.
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¿Una típica suplantación de la función del Estado?
“Sin duda. Uno de los principales efectos del colapso económico en los últimos años ha sido el retiro del Estado. Ya no pueden proveer las funciones que les tocan: cobrar impuestos, llevar agua, servicios sociales, hasta medicinas y combustible en los últimos meses. Cuando existe este vacío del poder, otros actores lo llenan”, aseguró el periodista Kurmanaev.
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¿Estamos entrando en un nivel de desarrollo del conflicto en el que esa presencia va a poner en peligro la soberanía del Estado venezolano e incluso su integridad territorial?
“Lo que está pasando en Apure, la ofensiva que lanzó contra un grupo particular disidente de las FARC, rompe con eso y sí, quizá puede ser interpretado de tal manera que son una amenaza directa a la autoridad del gobierno venezolano”, explicó el reportero.
“No sabemos qué pasó ahí exactamente, pero la decisión de atacar este grupo ha venido de Caracas, no es una autoridad local, es una orden de Nicolás Maduro de eliminar este grupo de este territorio y han empeñado sus mejores fuerzas contra este grupo, lo que da a entender que quizá el Gobierno venezolano está pensando en que esto se está saliendo un poco de control y puede amenazar su autoridad y control territorial”, indicó.
“Yo creo que tomó por sorpresa a la fuerza venezolana el nivel de resistencia que están encontrando y eso causa preocupación”, añadió.
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Se teme en Colombia que cualquier incidente termine encendiendo una mecha de una confrontación a nivel de los gobiernos.
“Sin duda, muy buen punto. Tenemos una fuerte pelea armada, una fuerte pelea en la frontera entre dos países que no tienen relaciones diplomáticas. Ni siquiera hay comunicación básica, reconocimiento de legitimidad. Existe un riesgo bastante significativo que actualmente puede producir un conflicto más amplio”, admitió.
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