En algunos países europeos, según medios locales, la práctica del llamado ‘dogging’ parece estar popularizándose. Aunque no es algo nuevo, pues de acuerdo con los registros tiene sus orígenes en los años 70 en Reino Unido, se ha puesto de moda porque es ofertada hasta en páginas de internet.
El término ‘dogging’ fue adaptado porque las personas que lo practican se excusan en salir de casa a “sacar al perro” (dog) y terminan encontrándose con extraños en lugares públicos para tener relaciones sexuales. En muchas ocasiones lo hacen en carros parqueados en la calle, parques desolados y hasta callejones, ya que indirectamente pretenden también ser vistos por más personas.
La idea, dice una de las páginas que lo oferta en España, es que las personas salgan de la rutina y experimenten cosas nuevas. Entre los usuarios de estas plataformas hay quienes comentan que tienen una relación estable, por lo que lo hacen solo para explorar otros gustos.
Entre las reglas básicas que deben cumplir quienes buscan el dogging están: el anonimato, la confidencialidad y el respeto durante los encuentros. Además de usar condón u otras barreras recomendadas para prevenir infecciones de trasmisión sexual (ETS - ITS).
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Cabe señalar que en Colombia tener relaciones sexuales en público acarrea multas que, consigna el Código de Policía, pueden estar por encima de los $500.000.