El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, declaró este domingo que la ocupación militar rusa de Crimea es "un acto descarado de agresión" y una violación de la ley internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, a la vez que advirtió de que si Rusia quiere ser miembro del G8 (grupo de países más industrializados) debe comportarse como tal.
"Si Rusia quiere seguir siendo miembro del Grupo de los 8 debe comportarse como un miembro del G8", agregó el secretario de Estado, que dijo que EE.UU. considera el boicot a la cumbre de ese grupo.
En un tono similar se manifestaron países europeos miembros del G8, como Francia y el Reino Unido, mientras se ha convocado para el lunes una reunión urgente de los ministros de Exteriores de la UE para analizar la crisis de Ucrania.
El secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, pidió este domingo a Rusia que respete la integridad territorial de Ucrania y retire sus tropas del país, tras una reunión de urgencia de casi ocho horas del Consejo Atlántico.
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"Condenamos la escalada militar rusa", afirmó Rasmussen en conferencia de prensa, al tiempo que consideró que la incursión militar en la península de Crimea "viola las normas internacionales", y urgió a Moscú a retirar sus tropas.
El Consejo de Seguridad de la ONU mantuvo el sábado una tensa reunión sobre la crisis ucraniana, en la que Rusia y las potencias occidentales se cruzaron reproches y acusaciones y no lograron ningún punto de compromiso.
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Francia y el Reino Unido anunciaron que no participarán en las reuniones previas a la cumbre del G8. "Tenemos que reconocer que la soberanía y la integridad territorial de Ucrania han sido violadas y ésta no puede ser la manera de conducir los asuntos internacionales", afirmó el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, en la cadena de televisión BBC.
Por su parte, el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, advirtió de que "nuestros socios rusos tienen que comprender que si continúan, todo esto tendrá un coste. Interrumpir los preparativos del G8 tiene consecuencias. Rusia, tradicionalmente, es nuestro amigo. De un amigo esperamos algo distinto a un ruido de botas".
Mientras, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, abogó por el diálogo entre las autoridades de Kiev y de Moscú para buscar una salida a la crisis y rechazó la posibilidad de castigar a Rusia "sacrificando" el G8, por considerar que es el "único foro de diálogo" directo de occidente con ese país.
En una entrevista a la televisión pública alemana, Steinmeier planteó diversas fórmulas para favorecer la distensión en el conflicto, como el envío de una misión de la OCDE que analice la situación de Crimea o la creación de un "grupo internacional de contacto" con participación de la UE, la ONU, Ucrania y Rusia El Gobierno italiano se unió a la "apremiante petición de la comunidad internacional" a Rusia para que respete la integridad territorial de Ucrania e instó a Moscú a evitar acciones que conlleven "un agravamiento de la crisis" en dicho país y a "perseguir sus objetivos por medio del diálogo".
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El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, mantuvo una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente francés, François Hollande, sobre la situación en Ucrania.
China a su vez urgió a todas las partes involucradas en la crisis ucraniana a que "respeten la ley internacional y busquen una solución política a sus disputas a través del diálogo y la negociación".
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El papa Francisco pidió rezar por la situación de Ucrania e instó a la comunidad internacional a hacer todo lo que esté en sus manos para "favorecer el diálogo de las partes" enfrentadas.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, expresó desde Teherán la necesidad de respetar la integridad territorial de Ucrania y las fronteras que fueron acordadas entre las partes, y afirmó que corresponde al pueblo ucraniano "sin injerencias externas" definir cuál es su futuro.
García-Margallo acortó su visita oficial a Irán para viajar a Bruselas y asistir este lunes a la reunión de ministros de Exteriores de la UE donde se tratará sobre la situación en Ucrania.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, afirmó que la crisis en Ucrania reúne "todas las características de un conflicto que puede preceder a una guerra que afecte a todos los países del mundo", aunque consideró que aún "no hay una amenaza directa a Polonia o sus fronteras".
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En una rueda de prensa, Tusk pidió a la comunidad internacional que ejerza más presión sobre Rusia para que Moscú sea consciente de que no se tolerarán acciones como las que tienen lugar en Crimea.
Polonia es uno de los socios comunitarios más activos en el intento de acercar Ucrania a la Unión Europea y, de hecho, uno de los impulsores del fallido acuerdo de asociación que desencadenó las protestas en Kiev.
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