El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó este viernes el tiroteo en una sala de conciertos de un centro comercial en las afueras de Moscú, que ha causado al menos 40 muertos y 100 heridos, según la agencia Amaq, órgano de propaganda de la organización terrorista.
"Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura", informó Amaq en su canal de Telegram.
El escueto comunicado no ofreció más detalles sobre el tiroteo que, según las autoridades de la región de Moscú, deja más de una veintena de heridos hospitalizados, cinco de ellos en estado crítico, y se ha convertido en uno de los ataques más graves, por número de víctimas, de los registrados en Moscú en los últimos 20 años.
En estos momentos, la Guardia Nacional Rusa (Rosgvardia) busca a los terroristas que atacaron la sala de conciertos con armas automáticas antes de una actuación del grupo de rock Piknik.
En las imágenes colgadas por testigos en las redes sociales se ve cómo varios hombres disparan contra la gente a su entrada en el centro comercial y los cuerpos de varias víctimas yacen en el suelo en un charco de sangre.
Publicidad
Este cobarde atentado, perpetrado en el Crocus City Hall, se produce un día después de que el Estado Islámico reivindicara un atentado suicida cerca de las oficinas de un banco en el sur de Afganistán en el que al menos murieron 23 personas y otras 60 resultaron heridas.
Conmoción en Rusia
Estados Unidos transmitió su pésame a las víctimas del "terrible" tiroteo. "Las imágenes son simplemente horribles y duras de ver", declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Publicidad
La Unión Europea se dijo "conmocionada y consternada" por la masacre en Moscú e indicó que "condena todos los ataques contra civiles", indicó su portavoz, Peter Stano.
Rusia ya ha sido blanco de numerosos ataques, cometidos por grupos islamistas, y de tiroteos sin motivos políticos o atribuidos a desequilibrados.
En 2002, un grupo de combatientes chechenos tomó a 912 personas como rehenes en el teatro moscovita de Dubrovka para pedir el repliegue de las tropas rusas de Chechenia.