Al finalizar la oración Reyina Cheli, el papa reflexionó sobre la muerte de los migrantes que una de las ONG advirtió días atrás, luego de haber encontrado decenas de cuerpos al lado de una barca neumática volcada cerca de las costas de Libia.
Aseguró estar “muy entristecido por la tragedia que, una vez más, se ha producido estos últimos días en el Mediterráneo. Hermanos y hermanas, interroguémonos sobre esta enésima tragedia. Es un momento de vergüenza”.
“Ciento treinta migrantes murieron en el mar. Ellos son personas, son vidas humanas que durante dos días suplicaron en vano ayuda, una ayuda que nunca llegó”, comentó desde la ventana que da a la plaza de San Pedro.
Luego invitó a la congregación a reflexionar: “Hermanos y hermanas, preguntémonos todos sobre esta, otra tragedia más. Ahora es el momento de la vergüenza. oremos por estos hermanos y hermanas y por los muchos que continúan muriendo en estos dramáticos viajes”.
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De acuerdo a la Organización internacional de las migraciones (OIM), al menos 453 migrantes murieron ahogados en el Mediterráneo desde principios de 2021, la mayoría de ellos en la ruta central que conecta las costas de Túnez y Libia con las de Italia.