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Con el repicar de campanas de fondo en la plaza de San Pedro, el papa León XIV canonizó este domingo 19 de octubre al médico José Gregorio Hernández y a la monja Carmen Rendiles, los dos primeros venezolanos en ser proclamados santos. Imágenes del momento muestran que la ceremonia se recibió con aplausos y emoción en Caracas, donde numerosos fieles católicos se reunieron a mitad de la noche para seguir la retransmisión de la ceremonia en el Vaticano.
Junto con Hernández (1864 -1919) y Rendiles (1903-1977), también canonizó a Ignacio Choukrallah Maloyan, arzobispo católico armenio de Mardin, en Turquía; el laico de Papua Nueva Guinea Peter To Rot; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona, y María Troncatti, de la congregación de las Hijas de María Auxiliadora, y el también laico italiano Bartolo Longo. En la soleada plaza de San Pedro se desplegaron enormes retratos de los siete cuando el papa estadounidense-peruano salió de la basílica con una ceremonial sotana blanca, precedido de obispos y cardenales también de blanco.
En la ceremonia, como es tradicional, el prefecto del dicasterio para la Causa de todos los Santos leyó las biografías de los dos beatos y pidió que se inscribiesen sus nombres en el libro de los santos. Tras la fórmula en latín de la canonización leída por el papa se escuchó un fuerte aplauso en la Plaza de San Pedro. Cerca de 55.000 personas se congregaron en la plaza para la misa de canonización, según informaron las autoridades locales.
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"Que su intercesión nos asista en las pruebas y su ejemplo nos inspire en la común vocación a la santidad", dijo el pontífice durante su homilía.Para ser canonizado se requieren tres condiciones: haber realizado al menos dos milagros, llevar fallecido al menos cinco años y haber llevado una vida cristiana ejemplar.
Venerado ya desde mucho antes en los altares de Venezuela, José Gregorio Hernández Cisnero, conocido como el 'médico de los pobres', nació el 26 de octubre de 1864 en las montañas de la pequeña población andina de Isnotú, estado Trujillo, en un país entonces rural. Tras viajar a Caracas para estudiar, se graduó de médico en 1888. Fundó la Academia Nacional de Medicina y combatió la mortífera epidemia de gripe española, que mató al 1% de la población del país.
De bigote y expresión serena, vestido con impecable traje, corbata y sombrero, el milagroso doctor atendió en vida de forma gratuita a pacientes pobres y, si hacía falta, les daba dinero para medicinas. Fallecido en 1919, atropellado por uno de los pocos vehículos que circulaban en Caracas y su imagen está tatuada en la cultura popular de Venezuela, donde los más devotos no solo lo veneran, sino que imitan su vestimenta como un acto de fe.
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En Venezuela hace más de un siglo que se le profesa devoción y su canonización ha sido durante años uno de los pocos puntos de unión entre chavistas y opositores en medio de la polarización política. Fue beatificado el 30 de abril de 2021 después de que el papa Francisco reconociera el milagro de la recuperación de Yaxury Solórzano Ortega, una niña que recibió un disparo en la cabeza y a quien los médicos daban por perdida.
Pese a que el Vaticano solo ha reconocido este milagro, en Venezuela a Hernández Cisneros se le atribuyen "miles" de favores, por lo que la Iglesia local empezó el proceso para su canonización desde 1949, siendo declarado siervo de Dios en 1972.
Santa Carmen Rendiles, por su parte, nació el 11 de agosto de 1903 en Caracas como la tercera de nueve hermanos. Desde joven mostró una profunda vocación religiosa, que fue rechazada por varias comunidades debido a su discapacidad, ya que le faltaba casi todo el brazo izquierdo. En 1927 ingresó a la Congregación de las Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento, y en 1965, con el apoyo del episcopado venezolano, logró la independencia de la congregación y fundó un nuevo instituto religioso, del que fue primera superiora general.
A lo largo de su vida, se dedicó a la educación, fundando colegios para niñas de bajos recursos, y promovió importantes obras sociales, siempre comprometida con la enseñanza de la catequesis y el servicio a los más necesitados.
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En 1974, sufrió un accidente de tráfico que le dejó una pierna fracturada, y, a pesar de sus limitaciones físicas, continuó trabajando moviéndose con muletas y silla de ruedas hasta que finalmente falleció el 9 de mayo de 1977. La religiosa fue beatificada por el papa Francisco el 16 de junio de 2018, después de que se aprobara un milagro atribuido a su intercesión en la curación de una médica venezolana en julio de 2003, y en marzo de 2021 se aprobó el segundo milagro que permitió su canonización: la "curación milagrosa" de una mujer en 2015.
De los siete nuevos santos de este domingo, tres son mujeres. Además de Rendiles, fueron canonizadas Vincenza Maria Poloni, fundadora en el siglo XIX del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona, y Maria Troncatti.
Esta monja de las Hijas de María Auxiliadora llegó en la década de 1920 a Ecuador para dedicar su vida a ayudar a la población indígena del país. El pontífice también proclamó santo al "sacerdote satánico", Bartolo Longo (1841-1926). Tras pasar por una etapa ocultista y profundamente anticlerical durante su juventud, este abogado italiano se reincorporó a la fe católica y fundó el Santuario de la Beata Virgen del Rosario de Pompeya.
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Papúa Nueva Guinea también tiene desde este domingo su primer santo, Peter To Rot, un catequista laico asesinado durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial. También murió asesinado, en este caso por las fuerzas turcas en 1915, el obispo armenio Ignazio Choukrallah Maloyan.
Esta fue la segunda canonización del papa León XIV desde que fue nombrado líder de la Iglesia católica el pasado 8 de mayo. El mes pasado, proclamó santos a los italianos Carlo Acutis, un adolescente apodado "el influencer de Dios" fallecido en 2006, y a Pier Giorgio Frassati, considerado un modelo de caridad que murió en 1925, a los 24 años.
"Estos fieles amigos de Cristo son mártires por su fe, como el obispo Ignacio Choukrallah Maloyan y el catequista Pedro To Rot; son evangelizadores y misioneros como sor María Troncatti; son carismáticas fundadoras, como sor Vicenta María Poloni y sor Carmen Rendiles Martínez; son bienhechores de la humanidad con sus corazones encendidos de devoción, como Bartolo Longo y José Gregorio Hernández Cisneros", afirmó el papa, quien añadió: "Que su intercesión nos asista en las pruebas y su ejemplo nos inspire en la común vocación a la santidad".
*Con información de EFE y AFP
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