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Cuatro meses después de su lucha contra la agresiva enfermedad un auto sin conductor la mató.
A Camila de Almeida, una pequeña guerrera de cinco años, le fue hallado un tumor maligno cuando tenía 3 años. El duro proceso la dejó con un riñón extirpado, además de las tortuosas quimioterapias.
Pese a esto, logró sobreponerse y su familia lo celebraba, pero cinco meses después ocurrió un extraño accidente que le cegó la vida.
El padre de Camila fue a buscarla a su escuela, en Toronto – Canadá – y esperaba a que ella se subiera al auto para ir a casa.
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Antes de que pudiera abordarlo, un auto empezó a rodarse y se dirigió hacia ella. No pudo reaccionar y el auto, parqueado por una madre que también iba por su hijo, la aprisionó quitándole la vida.
Descubrieron que el conductor no estaba en la cabina, por lo que investigan si hubo una falla mecánica o el carro no quedó asegurado y rodó hasta embestir a la pequeña.
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"Nuestros corazones están con la familia y amigos de este joven estudiante. Tragedias como esta pueden ser difíciles de aceptar o comprender, especialmente para los jóvenes ", expresó la escuela, según consigna ctvnews.
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