Las labores de rescate continuaban este jueves tras la potente explosión el miércoles en una planta petroquímica de Veracruz, en el este de México, que dejó al menos 13 muertos y provocó el miércoles pánico entre los pobladores.
"Recorrimos la zona afectada del complejo, lamentablemente se ubican de manera preliminar 13 personas fallecidas", anunció en Twitter Luis Felipe Puente, coordinador nacional de protección civil de la secretaria de Gobernación, que también informó de 136 heridos y 18 desaparecidos.
El número de fallecidos podría aumentar toda vez que 13 de los heridos se reportan "muy delicados" y aún no se ha conseguido recorrer la totalidad de las instalaciones de la Petroquímica Mexicana de Vinilio, copropiedad de la estatal Petróles Mexicanos (Pemex) y de la privada Mexichem, que opera la planta.
Las víctimas son en su mayoría trabajadores de la planta conocida como Pajaritos y que se encuentra a unos cinco kilómetros de la ciudad de Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz, en la costa del Golfo de México.
"No se ha ingresado a una zona muy delicada, puede haber derrumbes, la están enfriando con chorros de agua y esa cifra (de fallecidos) podría incrementarse. Tenemos todavía mucha gente en los hospitales", detalló Puente a la televisora Milenio.
La explosión se registró en torno a las 15H15 locales (20H15 GMT) y estremeció una amplia zona de Coatzacoalcos, desencadenando escenas de pánico y obligando al desalojo de unos 2.000 pobladores.
El director general de Pemex, José Antonio González Anaya, dijo a la cadena Televisa que la poderosa explosión, que desató una enorme columna de humo, fue desencadenada por una fuga.
La planta "utiliza insumos como cloro y etanol, que son altamente inflamables, pero no sabemos las causas de la fuga", dijo el funcionario al detallar que el personal de Mexichem ha sido interrogado sobre las circunstancias del accidente.
Angustia por los desaparecidos
A unos dos kilómetros de la planta, donde militares colocaron un cordón de seguridad, numerosos familiares de trabajadores reportados como desaparecidos acudieron desde el amanecer en busca de información sobre el destino de los suyos.
"No sabemos nada de Miguel Ángel, 'El Shakira; se encontraba trabajando para una empresa dentro del área afectada por la explosión", contó a la AFP un familiar que pidió no ser identificado y que junto a otras 20 personas pasaron la noche en vela a la espera de noticias.
Entre los familiares existe el temor de que los desaparecidos sean más de los 18 que informaron las autoridades.
Algunos de los heridos, en tanto, fueron trasladados a hospitales del vecino estado de Tabasco.
La vida en Coatzacoalcos, de unos 235.00 habitantes, volvía a su normalidad la mañana de este jueves, con comercios abiertos y autos transitando por las calles, aunque las clases fueron suspendidas.
A la distancia, apenas se alcanza a divisar una ligera columna de humo, constató un periodista de la AFP mientras que autoridades de protección civil y de Pemex han asegurado que el siniestro ha sido controlado.
"Se está llevando a cabo quema controlada de remanentes de los materiales", dijo Puente a través de Twitter.
Sin riesgo de contaminación
González Anaya explicó que la nube de tóxicos era muy ligera, por lo que "subió y el viento la disipó" sin que haya riesgo tóxico para la población.
El coordinador de protección civil, en tanto, aseguró que no hay riesgo de contaminación para la población y se procedió al regreso de los desplazados a sus hogares.
En imágenes subidas a Twitter por Puente se observa a funcionarios recorriendo el complejo reducido a un enorme amasijo de metales y tubos, en parte quemados por el fuego que desató la explosión.
En los últimos años se han registrado distintos percances en instalaciones de Pemex ya sea por accidentes dentro de las plantas o por explosiones en ductos de gasolina que son perforados por grupos criminales que trafican este combustible.
Uno de los siniestros más aparatosos se registró en enero de 2013 cuando 37 personas murieron por un estallido en la sede de Pemex en Ciudad de México.
En septiembre de 2012, una explosión de gas en una planta en la ciudad de Reynosa (Tamaulipas, noreste) dejó un saldo de 30 trabajadores muertos.
Pemex, que aporta poco menos de 20% a los ingresos del país, afronta la caída de los precios internacionales de petróleo, el robo de combustible por parte del crimen organizado y una drástica baja de su producción, de 3,4 millones de barriles diarios en 2004 contra 2,2 millones en 2015.
Updated: abril 21, 2016 10:59 a. m.