El gato, llamado Óscar, se metió entre la ropa sucia para tomar una siesta, sin que sus dueños lo notaran. Fue por eso que lo metieron accidentalmente a la lavadora.
El animal estuvo 12 minutos dentro del aparato.
Su dueña, Amanda Meredith, que vive en la población australiana Mudjimba, le contó a ABC que mientras detuvo la lavadora y esperó a que el agua se drenara vivió "dos minutos traumáticos, por decir lo menos”.
El animal sufrió varios golpes y después de ser atendido por un veterinario durmió cerca de siete días, afirmó Amanda.
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La mujer, ya bromeando sobre el angustiante momento, dijo que Óscar perdió "tres de sus nueve vidas".
Ya recuperado de los golpes, el felino ahora se sienta frente a la lavadora cuando está funcionando y no se mueve hasta que no termina el ciclo.