Atrás quedaron las multitudinarias concentraciones para celebrar su triunfo en las urnas. Nicolás Maduro está en Rusia consiguiendo recursos para su país.
Atrás quedaron los años en que la población salía en masa a celebrar el aniversario de la llegada de Hugo Chávez al poder. Hoy frente a la sede de un organismo público apenas pudieron llenar un microbús para ir la marcha chavista que conmemora los 20 años de revolución.
“¿Cuál es el balance a 20 años de revolución de Chávez y Maduro? No sé…negativo, negativo, negativo”, dice una ciudadana en las calles.
Muchas de las promesas hechas por Hugo Chávez durante sus 14 años de mandato quedaron muy lejos de lo que hoy muestra el rostro del venezolano.
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“Cuando en el 2019 estemos en 6 millones de barriles diarios, cuando en el 2016 seamos la potencia petroquímica de este continente, y cuando en el 2019 tengamos seguridad y soberanía alimentaria”, decía el caudillo.
Héctor Navarro, exministro de Chávez y quien acompaño la revolución desde la creación del movimiento Quinta República en 1994, intenta imaginar cómo se sentiría Chávez si pudiera ver lo que pasa ahora.
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“Chávez si estuviese vivo se volvería a morir. Maduro, ¿no te das cuenta?, hay niños muriéndose de hambre en las calles”, dice.
Navarro también recuerda el proyecto gasífero que pretendía lograr Chávez
“Quería llegar con un gasoducto hasta Argentina y hoy le llega el gas a la gente en las casas”, dice.
Navarro asegura que en la reunión de la OPEP, que se celebra hoy en Viena y que presidirá Venezuela, los países miembros deberían preguntarse qué hace su país dentro de la organización si apenas supera el millón de barriles diarios de producción de crudo.
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Cuando se cumplen 20 años de revolución, Maduro continúa en Rusia pidiendo financiamiento a cambio de explotación de petróleo, oro y diamante.
También traerá harina de trigo y armas de guerra.
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