Una menor de 17 años logró huir y contó los horrores a los que eran sometidos a la Policía. Los padres fueron acusados de tortura y de ponerlos en peligro.
Los hechos se registraron en la localidad de Perris, al suroeste de Los Ángeles.
La vivienda donde se produjeron los vejámenes estaba ubicada en la calle 100 de Muir Woods Road. Apenas pudo, la adolescente que logró liberarse se comunicó a la línea de emergencias 911.
En pocos minutos las autoridades llegaron al lugar y se encontraron con la terrible escena. De acuerdo con información preliminar de la Policía, siete de los encandenados tenían entre 18 y 29 años. El más pequeño tenía 2 años.
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Todos afirmaron que estaban muriendo de hambre.
Los supuestos progenitores, David Turpin y Louise Turpin, fueron detenidos y su fianza fue fijada por 9 millones de dólares.
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“Había varios niños encadenados a sus camas con cadenas y candados en un entorno oscuro y maloliente, pero los padres no pudieron proporcionar inmediatamente una razón lógica por la que sus hijos estaban atados de esa manera”, comunicó el departamento del Sheriff del condado de Riverside.
La pareja compartía, hasta hace un año y medio, imágenes de la familia en Facebook.