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Hombre murió succionado por una máquina de resonancia magnética: esposa hace fuertes acusaciones

Un hombre de 61 años murió luego de ser succionado por una máquina de resonancia magnética. "Me dijo adiós con la mano", contó su esposa.

Hombre succionado por una MRI
Un hombre de 61 años fue succionado por una máquina de resonancia magnética -
Fotos: AFP / Facebook

En Nueva York las personas están conmocionadas al conocer que un hombre de 61 años murió luego de ser succionado por una máquina de resonancia magnética (MRI) en el centro médico de Nassau Open MRI en Westbury, en Long Island. Su esposa está acusando de la tragedia al técnico de imágenes del hospital.

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La víctima mortal fue identificada como Keith McAllister, de 61 años, quien se encontraba acompañando a su esposa Adrienne Jones-McAllister a realizarse una resonancia magnética en la rodilla. Según dijo el Departamento de Policía del Condado a la BBC, el hombre ingresó sin permiso a la sala en la que se encontraba la MRI para ayudar a su esposa cuando la tragedia ocurrió.

¿Cómo ocurrieron los hechos?

Los detalles recogidos por la prensa internacional indican que Keith McAllister acudió al centro médico para acompañar a su esposa, quien era la que iba a realizarse una resonancia magnética en la rodilla. Sin embargo, en medio del proceso, Adrienne Jones-McAllister le pidió a un técnico que llamara a su esposo, para que este le ayudara a bajar de la mesa.

El hombre de 61 años ingresó a la sala y llevaba puesto un collar de metal de 9 kilos. Como la máquina aún estaba en funcionamiento, el hombre fue absorbido por la máquina, lo que le causón graves heridas. Las autoridades que atendieron el caso detallaron lo ocurrido como "un accidente médico" y señalaron que Keith fue trasladado inmediatamente al hospital, donde murió.

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"El hombre llevaba una gran cadena metálica alrededor del cuello, lo que hizo que fuera arrastrado hacia la máquina", detalló el Departamento de Policía del Condado de Nassau, que está investigando la situación. Después de esto, la esposa y el técnico intentaron sacar al hombre de la máquina, pero no fue sino hasta una hora después y con ayuda de la policía que lograron soltar la cadena.

Cabe resaltar que las máquinas de resonancia magnética utilizan un potente campo magnético para producir imágenes detalladas. Es por esto que, generalmente, a los pacientes que ingresan a realizarse algunas de estas imágenes se les pide que se retiren los elementos metálicos y se cambien de ropa antes de entrar en la sala. McAllister no siguió ninguna de esas indicaciones.

Declaraciones de la esposa de hombre absorbido por máquina de resonancia magnética

Aunque las autoridades han definido esta tragedia como un "accidente médico", Adrienne Jones-McAllister, esposa de la víctima, ha revelado detalles de lo ocurrido en la sala y está pidiendo a las autoridades que establezcan las responsabilidades de los funcionarios del centro médico, especialmente del técnico de imágenes que estaba realizando la resonancia en ese momento.

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En primera medida, la esposa de Keith señaló que su esposo no entró a la sala sin autorización, pues no era la primera vez que ella se realizaba una resonancia magnética en el lugar y que el técnico ya los conocía. "Lo vi caminar hacia la mesa y luego la máquina lo atrapó. Me dijo adiós con la mano y luego todo su cuerpo se quedó flácido", recordó la mujer en declaraciones reveladas por Daily Mail.

Adrienne resaltó que su esposo siempre llevaba la cadena metálica, al cual "usaba para entrenar con pesas" y que, normalmente, el técnico se la hacía retirar cuando ingresaba a la sala para ayudarla. Samantha Bodden, hijastra de Ketih McAllister, detalló en su muro de Facebook que "el técnico salió de la habitación para que Keith la ayudara a bajar. Olvidó decirle que se quitara la cadena que llevaba alrededor del cuello cuando el imán lo succionó".

Ambas mujeres detallaron que fue el mismo técnico el que llamó a McAllister a la habitación para que ayudara a su esposa, como lo habían hecho en anteriores ocasiones. La mujer detalló que en el momento en que su esposo empezó a ser halado por la máquina, el técnico se paralizó. Ella desde el lugar le gritaba: "¿Podrías apagar la máquina, llamar al 911, hacer algo? ¡Apaga esta maldita cosa!", recordó.

MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL

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