La imagen, divulgada por varios blogs chinos, compara a los personajes infantiles de Winnie the pooh y Tigger con los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y el jefe de Estado chino, Xi Jinping.
Aunque para muchos internautas la imagen es inofensiva y divertida, en un país que ejerce estrictamente la censura la imagen no ha causado gracia, pues lo asocian con una crítica política encubierta.
Parece que a Xi Ping no le gusta ser comparado con un tierno osito.