Ellos fallecieron durante un ataque de policías locales y sicarios de un grupo del narcotráfico presuntamente ordenado por el político, indicó la Fiscalía General del estado sureño de Guerrero.
Tras el ataque contra los estudiantes en Iguala también desaparecieron 43 alumnos más, que, según declaraciones de sicarios, habrían sido asesinados, aunque las autoridades aún realizan estudios a diversos restos humanos y óseos localizados en la zona.
La Procuraduría General de la República ha señalado al alcalde Abarca y a su esposa María de los Ángeles Pineda como los autores intelectuales del ataque que ha sacudido la imagen de mejoría en materia de seguridad que el gobierno federal había intentado mostrar dentro y fuera del país desde que llegó al poder en diciembre de 2012.
Ambos fueron detenidos la semana pasada en el oriente de la ciudad de México. Ella es señalada como operadora de Guerreros Unidos, el grupo del narcotráfico señalado de participar en el ataque y desaparición de los estudiantes.
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Abarca se encuentra detenido en una prisión de máxima seguridad, mientras que su esposa se mantiene bajo prisión preventiva en un lugar no precisado mientras se amplían las investigaciones en su contra.
El anuncio del proceso penal contra el alcalde ocurrió el mismo día que los padres de los 43 estudiantes iniciaron caravanas a distintos puntos del país para demandar la localización de sus hijos y obtener apoyo de distintos sectores de la sociedad.
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