“No mentimos”, dijo el Gobierno al reiterar que inicialmente descartaron que el vuelo cayera por un misil, basados en la información que tenían hasta el jueves.
Las Fuerzas Armadas iraníes reconocieron el sábado su responsabilidad en la catástrofe del avión
PS572 de Ukraine International Airlines, derribado el 8 de enero por un proyectil iraní muy poco después de haber despegado de Teherán.
Sin embargo, el jueves y el viernes, la Organización de la Aviación Civil iraní y el gobierno seguían negando la hipótesis de que el avión hubiese sido derribado por un misil, mencionada ya desde el miércoles a la noche por el gobierno de Canadá.
Las 176 personas a bordo del avión, iraníes y canadienses en su mayoría, murieron en la catástrofe.
"En estos días de tristeza, hubo críticas a los responsables y las autoridades del país. Algunos responsables fueron acusados incluso de mentir y de intentar encubrir lo ocurrido, cuando, verdadera y honestamente, ese no fue el caso", dijo este lunes el vocero del gobierno iraní, Ali Rabii.
"La verdad es que no mentimos. Mentir es disfrazar la verdad de manera intencional y concienzuda. Mentir es encubrir informaciones. Mentir es conocer un hecho y no decirlo o deformar la realidad", agregó Rabii.
"Lo que dijimos el jueves estaba basado en las informaciones que habían sido presentadas al conjunto del gobierno y según las cuales no había ningún vínculo entre el accidente y un (disparo de) misil",
agregó este vocero.
El anuncio de la responsabilidad de las Fuerzas Armadas provocó una ola de indignación en Irán.
El sábado por la noche, una ceremonia en homenaje a las víctimas en una universidad de Teherán se transformó en manifestación contra las autoridades al grito de "muerte a los mentirosos", antes de ser dispersada por la Policía.
El domingo por la noche, movilizaciones de una amplitud difícil de evaluar tuvieron lugar en la capital iraní, según videos publicados en las redes sociales que no pudieron ser autentificados.
Moderación de la Policía
El jefe de la Policía de Teherán declaró este lunes que recibió órdenes de actuar con "moderación" frente a las manifestaciones contra las autoridades tras el derribo por error del avión civil ucraniano.
El gobierno alemán había exhortado este lunes a Irán a permitir que se produzcan "protestas de forma pacífica y libre".
La portavoz del Ministerio alemán de Exteriores, Maria Adebahr, calificó de "muy preocupantes" las imágenes de video en las que se ve a las fuerzas de seguridad iraníes reprimir a los manifestantes.
El presidente iraní, Hasan Rohani, prometió una "exhaustiva investigación" sobre el desastre aéreo, durante una conversación el domingo por la noche con el primer ministro sueco, Stefan Lofven, según indicó su oficina.
Por otra parte, el Ministerio británico de Relaciones Exteriores convocó el lunes al embajador iraní en Londres para protestar por la breve detención durante el fin de semana del representante diplomático de Londres en Teherán, anunció el portavoz de Downing Street.
"Fue una violación inaceptable de la Convención de Viena y debe ser investigada. Pedimos al gobierno iraní todas las garantías de que esto no volverá a suceder. La Cancillería ha convocado hoy al embajador iraní para transmitirle nuestras firmes objeciones", afirmó el portavoz.
El domingo, Irán reconoció que había detenido de forma breve al embajador británico, Rob Macaire, cuando este abandonaba una manifestación, el sábado, organizada en principio como una vigilia en memoria de las 176 víctimas.
El viceministro iraní de Relaciones Exteriores, Abas Araghchi, puso énfasis en aclarar que "no fue detenido, fue arrestado por ser un extranjero no identificado que participaba en una manifestación ilegal", y añadió que Macaire fue liberado 15 minutos después, en cuanto se confirmó su identidad.
Por su parte, el embajador británico negó que hubiera participado en manifestaciones contra las autoridades iraníes, como publicaron algunos medios.