Los 4 proyectiles surcaron una trayectoria de mil kilómetros hacia el oriente de Corea del Norte y cayeron al mar.
El lanzamiento de los cuatro misiles balísticos es un nuevo desafío al presidente norteamericano Donald Trump. Tres de ellos cayeron cerca de las costas de su aliado Japón.
Corea del Sur indicó que junto a Estados Unidos estaba "analizando en detalle" lo sucedido, calificando de "amenaza real e inmediata" la conducta de su vecino del Norte.
En Tokio, el primer ministro Shinzo Abe indicó que Corea del Norte había disparado los cuatro misiles "casi simultáneamente" y que tras recorrer unos 1.000 kilómetros hacia el Este tres cayeron "en la Zona Económica Exclusiva" japonesa, es decir a menos de 200 millas marinas (370 km) de la costa.
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"Esto demuestra claramente que Corea del Norte ha alcanzado un nuevo nivel de amenaza", agregó Abe, que luego convocó una reunión del Consejo Nacional de Seguridad. "Los disparos reiterados de Corea del Norte son un acto de provocación para nuestra seguridad y una violación flagrante de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. De ninguna manera podemos tolerarlo", dijo.
El líder norcoreano Kim Jong-Un intenta desarrollar un misil balístico intercontinental capaz de llegar hasta Estados Unidos, algo que según advirtió hace meses Trump "no sucederá".
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El departamento de Estado condenó "enérgicamente" el lanzamiento de los misiles y advirtió que Estados Unidos estaba listo para usar "toda la gama de medios" a su disposición "contra esta creciente amenaza".