Alumnos dijeron que oyeron como si alguien abriera una gaseosa antes de que Aideé Mendoza, de 18 años, se desvaneciera en el salón.
El crimen fue cometido en la Universidad Autónoma de México.
La procuradora Ernestina Godoy informó que, según testigos, se escuchó un ruido que no asociaron con un disparo.
"Parece que fue un sonido tenue", reveló.
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Los compañeros de la joven de 18 años dijeron a diversos medios que se escuchó "como si se abriera un refresco".
Aideé se paró, dijo que "se encontraba mal y se desvaneció". Pasaron varios minutos antes de que dieran cuenta de que había recibido un tiro cerca del estómago.
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Por ahora solo se ha establecido que ninguno de los diez jóvenes que estaban en el salón con la víctima accionó el arma que acabó con su vida.