El precio fue el mismo que el cosechado por el ejemplar más caro subastado el pasado año.
La sandía de la variedad "Densuke", cultivada en la ciudad de Toma y famosa por su piel negra y su sabor dulce, se subastó en un mercado mayorista en la localidad de Asahikawa.
Junto a ella se subastaron otras 83 piezas de la preciada fruta que se vendieron en su mayoría por precios que rondaron los 35 euros.
Los granjeros solo comercializan aquellas sandías que cumplen ciertos requisitos, como un alto contenido en azúcar.
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El comerciante que ofreció la oferta más alta declaró que las sandía de este año son "especialmente dulces", y que pujó por la fruta con la esperanza de hacer buen negocio, según declaraciones recogidas por la cadena nipona.
En estas fechas es tradicional que en Japón se subasten los productos agrícolas que marcan el inicio de la temporada y cuyos primeros ejemplares, que alcanzan precios exorbitantes, se venden más con ánimo publicitario y simbólico que con afán lucrativo.
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