Rocky Marciano Price fue condenado a cadena perpetua tras ser hallado culpable por el homicidio de la maestra Lindsay Birbeck, de 47 años, el 12 de agosto de 2019 en la ciudad inglesa de Lancashire.
El 24 de agosto de ese año el cadáver de la mujer fue encontrado en una tumba improvisada en un cementerio. Un paseador de perros hizo el macabro hallazgo.
La autopsia reveló que la docente tenía heridas en el cuello y que le habían intentado cortar las piernas. Además, investigadores revelaron que la víctima estaba dando un paseo por un bosque cuando fue atacada por el joven.
Cámaras de seguridad de la zona ayudaron a descubrir que Price transportaba el contenedor azul, igual a uno que había sido hallado en el cementerio donde estaba el cuerpo sin vida.
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Esta información se divulgó para dar con los responsables y fue cuando el joven decidió presentarse a declarar, en compañía de sus padres. Allí dijo que no había cometido ningún asesinato, pero que había transportado el contenedor, consciente de que contenía un cadáver, porque un desconocido le había ofrecido “mucho dinero” .
La Fiscalía determinó que su historia era poco creíble y determinó que era culpable, por lo que un juez lo condenó a la prisión perpetua.