La alta comisionada de la ONU anunció acuerdos con Nicolás Maduro para vigilar la situación de derechos humanos en ese país.
"Hemos podido alcanzar varios acuerdos (...) tenemos el compromiso expreso del gobierno para llevar a cabo una evaluación de la comisión nacional de prevención de la tortura, así como para evaluar cuáles son los principales obstáculos en el acceso a la justicia en el país", dijo minutos antes de abandonar Venezuela.
La expresidenta chilena celebró la liberación del diputado Gilber Caro, y de otros dos ciudadanos Melvin Farías y Julio Rojas, pero llamó a las autoridades a poner en libertad a todos los presos políticos.
Explicó que dos oficiales de la oficina de derechos humanos de la ONU se quedarán en Venezuela para "proveer asistencia y asesoría técnica" en esta materia, pero también para monitorear la situación.
"El gobierno también ha aceptado que mi equipo entre a los centros de detención para poder monitorear las condiciones" en las que se encuentran y hablar "confidencialmente con los privados de libertad", así como a permitir un acceso "más amplio a los distintos mecanismo de derechos humanos" incluidos los relatores de la ONU.
La expresidenta chilena manifestó que espera que el Gobierno de Maduro cumpla con su palabra, y de no ser así aseguró que lo informará.
Asimismo, expresó su deseo de que la asistencia de su equipo sirva para reforzar la "prevención de la tortura", y destacó que para ella fue "profundamente doloroso" escuchar a las víctimas de violación de derechos humanos o de la "violencia política por ser partidarios del régimen".
Aseguró que le "duele" la situación en Venezuela y que le preocupan las sanciones extranjeras impuestas al Gobierno porque han "exacerbado" la "preexistente crisis económica".
"Mantener posiciones arraigadas solo agravará la crisis y los venezolanos no pueden permitirse que se deteriore aún más la situación en el país", agregó.
Bachelet llegó a Venezuela la tarde del pasado miércoles y sostuvo encuentros con representantes de los poderes públicos, ministros, el jefe de la oposición Juan Guaidó, ONG y distintos sectores de la sociedad civil, entre ellos las víctimas de "violación de derechos humanos".
También sostuvo una reunión con el gobernante Nicolás Maduro, la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y el canciller Jorge Arreaza.
Según la organización no gubernamental Foro Penal, que defiende a la mayoría de los considerados "presos políticos" de Venezuela y que se reunió anoche con Bachelet, hay casi 700 personas detenidas por causas de conciencia.
Updated: junio 21, 2019 10:40 p. m.