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En Westwego, la ciudad estadounidense ubicada en el estado de Luisiana, se presentó un terrible accidente en el que un menor de 4 años murió tras dispararse accidentalmente en la cabeza con el arma de su padre.
Jarion Walker se encontraba sentado en el asiento trasero del automóvil de su madre, en compañía de sus dos hermanos menores. La progenitora del niño se hallaba en el asiento delantero fumando marihuana junto a un amigo, dicen autoridades.
En un momento dado, el menor tomó el arma que se encontraba debajo del asiento trasero y fue allí donde ocurrió la tragedia. Aunque fue trasladado de urgencia al hospital, falleció horas después por la magnitud de las heridas.
Las autoridades le indicaron a los medios de comunicación que completarán la investigación y entregarán lo obtenido a la Oficina del Fiscal del Distrito de Westwego. También, expresaron que no realizarán arrestos, pues no lo consideran pertinente por el momento.
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"No creo que sea apropiado hacer un arresto en este momento. Acaban de perder a un hijo y ciertamente no fue intencional, de ninguna manera", señalaron.
Con lo ocurrido, la Oficina del Sheriff espera generar conciencia sobre el porte de armas. Asimismo, recomendó que quienes las posean procuren asegurarlas y no guardarlas en los coches para evitar estos fatídicos accidentes.
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"Este tipo de muertes ciertamente se pueden prevenir", concluyeron.
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