Estados Unidos, el país más golpeado en el mundo por la pandemia del coronavirus COVID-19 , se encuentra inmerso en una crisis sanitaria y en un momento de polarización política.
Pese a que el tapabocas es el arma más poderosa para evitar el contagio de coronavirus COVID-19, no existe una ley en suelo estadounidense que obligue a la población a usarlo.
Según Robert Redfield, director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC, lograr que la población de Estados Unidos se ponga el tapabocas haría que la pandemia se pueda controlar.
“Si pudiéramos lograr que todo el mundo use el tapabocas ahora mismo, creo que en las próximas 4 u 8 semanas podemos controlar esta pandemia”, afirmó Redfield.
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Parece sencilla la tesis del investigador, pero el uso del tapabocas ha generado resistencia entre la ciudadanía y el presidente Donald Trump lo atribuye a una razón.
"Es un asunto político para mucha gente. Para mí no lo es. Yo lo usaría si estoy en contacto con gente, si estoy cerca de la gente", dijo el mandatario.
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La preocupación radica en que aún no existe una ley federal que obligue al uso del tapabocas. Precisamente, Kevin Stitt, gobernador de Oklahoma, dio positivo para coronavirus COVID-19. Stitt acompañó a Trump en su correría por Tulsa.
Pese a ser portador del virus, el gobernador afirmó: "Realmente me siento bien".
A tomar medidas
Aunque no las obligan, varias superficies comerciales en Estados Unidos han decidido exigir tapabocas a sus clientes en las entradas. Walmart es una de las cadenas que se suma a este requerimiento.
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Entretanto, Donald Trump ordenó un cambio en el manejo de la información que envían los centros médicos sobre las hospitalizaciones y la capacidad de unidades de cuidados intensivos, UCI, que tienen algunos estados de ese país. Estos datos ya no estarán abiertos al público.
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