Mientras el bebé de 22 meses luchaba contra una atrofia muscular espinal, el padre gastaba los aportes en ropa de marca, viajes y mujeres.
En junio del año pasado Brasil se conmovió con la historia de Joao Miguel, un angelito que padecía atrofia muscular espinal, enfermedad cuyo tratamiento tiene un costo de 70.000 dólares. Gracias a su difusión y el trabajo mancomunado de las autoridades y los medios de comunicación se logró hacer una colecta.
Aunque parecía que esta obra de caridad permitiría que el niño fuera tratado, todo se derrumbó tres meses después, cuando investigadores descubrieron que Matheus Henrique Leroy, padre del niño, había utilizado el dinero para malgastarlo en viajes, ropa de marca, mujeres y lujos.
La mamá del niño fue a retirar los recursos en el banco y allí le dijeron que prácticamente la plata se había ‘esfumado’. Esto llevó a que se emitiera una investigación contra el sujeto, que actualmente está en prisión.
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Aunque el hombre lleva más de un año en la cárcel y la investigación sigue su curso, lo verdaderamente trágico ocurrió hace pocos días: Joao falleció tras no recibir el tratamiento pertinente, que seguramente habría sido implementado de no ser por la irresponsabilidad de su padre.
El hombre, de 37 años, manifestó que gastó el dinero porque lo estaban extorsionando. Sin embargo, registros de un hotel evidencian que pagó hasta 2.000 reales por noche, más de 1.5 millones de pesos colombianos.
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Además, todo apunta que quería invertir el dinero en iniciar un prostíbulo.