Un enorme cocodrilo sorprendió a los agentes especiales rusos que llegaron a la vivienda ubicada en San Petersburgo.
Su misión era verificar si existía material probatorio en contra de Pável Baranenko, quien reside en ese lugar y es investigado por tráfico de armas.
Sin embargo, en medio de la inspección, encontraron al animal de dos metros que yacía en una especia de charco fangoso.
“No se presentaron incidentes que involucran al reptil”, aseguró la Policía rusa en un comunicado.
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Más tarde, un vecino contó a la televisión local que el cocodrilo había llegado allí en 2005 y era la mascota de Baranenko.
Además, autoridades revelaron que en el lugar fueron encontrados elementos parecidos a munición.
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Aunque el futuro del cocodrilo parece incierto, medios locales señalaron que el Departamento de Medicina Veterinaria sugirió que permaneciera en el sótano ante la negativa de un zoológico de recibirlo.