El ingeniero eslovaco Stefan Klein tuvo que ser trasladado al hospital de la localidad de Nitra, en Eslovaquia, tras realizar un aterrizaje de emergencia con el automóvil volador de su invención, que resultó dañado durante la maniobra, según informó la compañía AeroMobil.
La empresa, que planea comercializar el vehículo en 2017, explicó en un comunicado que "durante el viaje de prueba planificado del vehículo volador AeroMobil el piloto activó a unos 300 metros de altura el paracaídas de seguridad y aterrizó en el aeropuerto de Nitra".
Klein pudo salir del coche por sus propios medios, aunque fue trasladado al hospital local acusando dolores, donde se constató que no sufrió "ninguna lesión".
Aunque el auto resultó "algo dañado", la compañía estima que "se confirmó la eficacia del sistema de seguridad integrado, con el que aterrizó todo el vehículo, incluido su piloto".
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Klein y su empresa planean la producción en serie de este vehículo volador biplaza dentro de dos años, el cual puede circular por carretera como un coche normal y, en pocos segundos, desplegar unas alas que le permiten volar a unos 200 kilómetros por hora.
"La experiencia y datos de este vuelo de prueba serán evaluados y utilizados en el ulterior desarrollo del coche volador", aún en fase de prototipo, añade el comunicado.
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Se estima que este medio de transporte combinado puede ser interesante para países con escasas infraestructuras viarias, lo que permitiría conectar con rapidez dos localidades alejadas evitando malas carreteras.
El prototipo eslovaco, un vehículo biplaza de seis metros de largo y 449 kilogramos de peso, tiene alas plegables de fibra de carbono y un motor de gasolina Rotax 912.
Con las alas desplegadas, el Aeromobil 3.0 posee una envergadura de 8,3 metros y una longitud de 6 metros.
Tiene además una autonomía de vuelo de 700 kilómetros y un consumo de 15 litros por hora.
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