Como si se tratara de un respiro, segundos antes de que un conductor intentara pasar por una calle que aparentemente estaba en obra, el piso se abrió y brotó un gran chorro de agua. Ocurrió en una calle de la localidad de Bodrum, en Turquía.
La pericia del conductor, a juzgar por las imágenes, fue clave para evitar caer en el hueco que se formó por la presión del agua.
Como si se tratara de una película, un carro blanco ya había cruzado sin siquiera darse cuenta de lo que estaba por suceder. Luego, cuando el vehículo de color negro intentaba hacerlo, ocurrió la explosión.
Autoridades investigan las causas, según medios locales.