"En un lobby no todos son buenos, pero si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, quién soy yo para juzgarla. El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad", afirmó.
El pontífice hizo estas manifestaciones en el avión que le llevó hoy de vuelta de Río de Janeiro a Roma, en el que habló con los periodistas que le acompañaban durante una hora y media, contestando a todas las preguntas que le hicieron en total libertad.
El papa también se refirió a la reforma de la Curia romana y aseguró que no ha notado "resistencia" dentro del Vaticano a la reforma, pero que lo esencial es "la transparencia y la honradez".
A preguntas, el pontífice se refirió a la reforma del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco del vaticano, envuelto desde hace años en escándalos de supuesto blanqueo de dinero, y a la comisión que ha creado para que estudie qué hacer con el llamado "banco de Dios".
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"Yo no sé cómo acabará el IOR. Algunos dicen que tal vez sea mejor (convertirlo) en un banco, otros que un fondo de ayudas y otros que hay que cerrarlo. Yo no lo sé, me fío del trabajo de las personas que están trabajando en esto", dijo.
El papa habló también de la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, que no será el 8 de diciembre próximo, como se pensó en un principio, debido a que el frío dificulta el viaje de fieles polacos a Roma.
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Agregó que las fechas que se barajan actualmente son el 24 de noviembre próximo, festividad de Cristo Rey, o el 27 de abril de 2014, festividad de la Divina Misericordia.
El papa pide más papel para la mujer, aunque cierra las puertas del sacerdocio
"Sobre la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y ha dicho no. Lo dijo Juan Pablo II con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada", señaló el papa en un encuentro hoy con los periodistas en el avión en que regresó a Roma tras presidir en Río de Janeiro la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.
Francisco manifestó que una iglesia sin mujeres es "como el colegio apostólico sin María".
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"El papel de la mujer en la Iglesia no es sólo la maternidad, ser madre de familia. Es más fuerte, es el icono de la Virgen, la que ayuda a crecer a la Iglesia", dijo.
El papa insistió en que no se puede entender a la Iglesia sin mujeres y, a modo de ejemplo, citó el caso de Paraguay, de cuyas mujeres dijo que son las "más gloriosas de América Latina".
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Explicó que, tras la guerra en ese país, había ocho mujeres por cada hombre y ellas tomaron "la decisión difícil de tener hijos para salvar al país, a la patria, la cultura, la fe y la lengua".
Francisco reconoció que Iglesia", reconoció, pero rechazó la posibilidad de que puedan acceder al sacerdocio.
"Sobre la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y ha dicho no. Lo dijo Juan Pablo II con una formulación definitiva. Esa puerta esta cerrada", aseveró.
No obstante, Francisco insistió en que la participación de la mujer en la iglesia debe ser "más que hacer de monaguilla o de presidenta de Cáritas, etc... debe ser algo más, la Virgen María era más importante que los obispos y curas".
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