El hecho tuvo lugar en la hacienda Los Corrales, una de las más prestigiosas de La Pampa, Argentina.
“Son 40 años tirados a la basura, una centella me mató 22 vacas élite de la cabaña. Murieron en un segundo”, expresó Ariel, cuidador de los becerros a un medio local.
Según el propietario, Raúl Hoven, por ser ganado angus cada uno de estos animales tenía un costo alrededor de los 300 millones de pesos colombianos, lo que le deja una pérdida cercana a los seis mil quinientos millones de pesos.
Los bovinos se encontraban reposando pegados al alambrado eléctrico que separaba las parcelas al momento de la tormenta; esto facilitó el transporte de la gigantesca carga energética causándoles una muerte inmediata a los animales.
“Es un trago amargo, la tormenta ocurrió justo después de una durísima sequía en La Pampa”, aseguró Hoven al canal regional TN.
El ganadero en sus más de 30 de años de experiencia ya había perdido tiempo atrás algunos ejemplares a causa de rayos, pero nunca una cantidad como esta al mismo tiempo.